HASTA MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Inocentes seres de paz, dañados por el hombre tantas veces. Tienen una luz que abarca hasta atravesar nuestras almas. Son maestros en humildad y nobleza. El hombre mucho tiene que aprender de los perros.
Estos seres dotados de gran inteligencia, son visionarios, que ven lo que muchas veces nosotros no podemos ver; con sus ladridos benignos nos advierten de presencias oscuras, de incluso personas que esconden maldad con el disfraz de una sonrisa falsa e hipócrita.
Y las perritas en especial son muy maternales, muy tiernas, capaces de heroísmos por sus cachorros. ¡Cuántas mujeres hoy en día arrancan con crueldad a sus hijos de sus entrañas! Y estas inocentes perritas son un gran ejemplo para la humanidad cada vez más carente de valores.
Benditos sean los perros, fieles amigos hasta más allá de la muerte, que nos aman incondicionalmente, ellos no saben de rencores ni venganzas, ellos son seres espirituales, que han llegado a esta tierra con una gran misión, la de ayudar al hombre a saber lo que es dar el verdadero AMOR.
INGRID ZETTERBERG
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