Niña bella

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viernes, 1 de marzo de 2024

Justicia de Dios....Cuento

 



JUSTICIA DE DIOS



El taxista Alfredo Cortés se disponía a iniciar su trabajo nocturno, como cada fin de semana. Condujo su carro por la misma ruta de siempre, y en un cruce con una avenida lo detuvo una anciana, que iba ataviada con un abrigo color de nuez. 

Eran aproximadamente las once de la noche. La señora se subió al coche y le pidió al chofer que la llevara al cementerio del pueblo. El taxista extrañado pensó para si mismo: ¿Para qué querrá ir al camposanto a estas altas horas? Y se dirigió hacia allá.


Cuando llegó a aquel lugar sombrío, esperó en vano que la anciana pagara el importe del taxi y se bajara, pues al mirar por el espejo, sencillamente ella había desaparecido.  Un escalofrío recorrió el cuerpo de Alfredo Cortés. Esperó un buen rato mirando por los alrededores, y no vio a nadie. El silencio reinaba. Entonces su curiosidad pudo más.

Estacionó el taxi a un costado y decidió ingresar por el alto portón del cementerio. Habían mausoleos y lápidas, de pronto escuchó unos débiles sollozos, y buscando bajo la luz de la luna llena, encontró una tumba polvorienta y sin flores, y estaba encima de la lápida, doblado cuidadosamente un abrigo color de nuez.


De pronto cuando Alfredo ya estaba dispuesto a salir del siniestro lugar, aquellos sollozos se hicieron más fuertes y atrajeron la mirada del taxista otra vez hacia aquella prenda de vestir sobre la lápida, y notó que de uno de los bolsillos sobresalía un papel blanco. Por curiosidad lo sacó y se percató de que era algo parecido a una carta, o mejor dicho, una misiva. Lo leyó alumbrado por la luz de la luna y decía:

"Soy Rosa Moreira, por favor busquen a mi asesino en la calle Garibaldi Nro. 450 y pregunten por el señor Renzo Bacigalupo. Él me envenenó."


El taxista muy intrigado, se quedó pensando si no sería la misma Providencia, quien lo estaba guiando para cumplir una misión. Sin pensarlo dos veces tomó el abrigo juntamente con la misiva en sus manos y salió precipitadamente del cementerio.

Esa noche durmió intranquilo el protagonista de nuestra historia. Unos días después, sin poder sacarse esto de la mente, el taxista se dirigió a aquella dirección llevando el abrigo color de nuez y la misiva. Preguntó por aquel nombre y apareció ante él un hombre de aspecto hosco y mirada torva. Al cual enseñó la prenda de vestir, y este palideció.

Luego de una breve conversación con el sujeto, Alfredo se retiró y algo en su conciencia le decía que debía investigar, que no debía detenerse.


Se acercó a las autoridades, omitiendo toda aquella historia, pues sabía que no le iban a creer. Solamente indagó quién podría dar orden de exhumar un cadáver para averiguar el motivo de su fallecimiento. Entonces buscó quién lo asesorara, y dio con las personas y jueces indicados para esa labor. De esta manera logró que exhumaran el cadáver de doña Rosa Moreira y le hicieron la autopsia que por razones desconocidas antes no se la habían hecho, y llegaron a la conclusión de que su muerte fue provocada por envenenamiento.

El chofer dio los datos del sospechoso, y la policía detuvo en unos breves días a Renzo Bacigalupo, el cual fue llevado a juicio para ser interrogado, cayendo este hombre reiteradas veces en contradicciones, y así fue como finalmente dieron un veredicto, y se le hizo justicia a la anciana, que al fin descansaría en paz.

INGRID ZETTERBERG

Nota: Este cuento ganó el Primer puesto en el concurso de poesía
del foro "Labradores de poesía" por el aniversario del foro.
Febrero 2,024






4 comentarios:

  1. Felicidades por el destaque que tuviste en el Concurso; cementerio, lapidas, nocturnidad.... brbrbrbrrrrrrrr escalofrios! es un cuento un poco terrorifico, se me helo la sangre en un momento, pense que iba para otro lado la historia; pero enseguida despues salio el sol y senti alivio al saber que la anciana pudo conectar con un taxista sensible y logro que se haga justicia y puede ya descansar en paz. Me encanto, Ingrid querida!

    Te dejo un besote y me alegra saber que estas muy activa participando en lindos desafios.

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    1. ¡Qué buena gente eres amiga querida, Hada! por tener la paciencia de leer todo el cuento y dejarme tan bella respuesta que valoro en gran manera. Recibe mi abrazo con mi cariño.

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  2. Querida Ingrid:

    Me encanto tu historia y el final me parecio excelente.

    Es tan buena tu narrativa que hasta las almas en pena la siguen.

    Fuerte abrazo pleno de aprecio.

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    1. Gracias querido Ricardo por visitar mis letras y tener la paciencia de leer mi cuento y dejarme tan hermoso comentario que valoro bastante. Un abrazo con mi afecto.

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