CAMINOS DEL AYER
Ángel mío, te observo mientras juegas con esas
pistolas de papel, y esas naves espaciales, haciendo
ruidos con tu boca, conversando con invisibles amigos,
en ese mundo donde yo no puedo entrar.
¡Quién como tú mi niño!, que aún puedes dejar vagar
tu mente por esos caminos, donde nada es imposible,
por los que mis sueños ya no pueden regresar.
Y yo quisiera que me lleves de tu mano, por ese
mundo que ya he olvidado. Ángel mío, sigue jugando
mientras no despiertes de tu infancia, que yo en
mi prosa haré inmortal el encanto de tus nueve años.
INGRID ZETTERBERG
1,985
Dedicado a mi amado hijo Favio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario